miércoles, 30 de septiembre de 2009

Novedades: Hallan manuscritos en la SADE


Alfonsina de puño y letra, a modo de despedida









Por: Clarín.com

Con letra inquieta, temblorosa, imprecisa, Alfonsina Storni escribe una carta muy corta, acaso una de las últimas, a su amigo y maestro, el novelista Manuel Gálvez. Con tinta clara, encabeza la esquela afirmando "Estoy muy mal", y pocas líneas más abajo concluye con un "Gracias, adiós. No me olviden", poco antes de un final abrupto: "No puedo seguir escribiendo". Su letra parece tener la facultad de decir más del estado de la poeta que sus propias palabras. Revuelta en un papel amarillento que conserva los surcos de los pliegues en los que la dobló y envió, la letra desnuda sin remedio la angustia de Alfonsina y, claro, conmueve.




Alfonsina Storni murió en Mar del Plata la madrugada del 25 de octubre de 1938. Había llegada a la ciudad costera dos días antes. La leyenda cuenta que la poeta se internó en el mar, se alejó, se fue. En la mañana del 25 su cuerpo fue encontrado en la playa. Esa misma tarde los diarios dieron la noticia: "Ha muerto trágicamente Alfonsina Storni, gran poetisa de América".



Manuel Galvez, asistió a su entierro, junto a otros tantos escritores y artistas como Ricardo Rojas, Enrique Banchs, Arturo Capdevila, Baldomero Fernández Moreno, Oliverio Girondo, Eduardo Mallea y Leopoldo Marechal,



La poeta había sido una de las fundadoras de la Sociedad Argentina de Escritores, la misma en la que ahora apareció su carta. Y apareció además un manuscrito del poema "Barrancas del Plata en Colonia" que había escrito a principios de 1938, en Colonia, Uruguay.



"Redobles verdes de tambor los sapos/ y altos los candelabros mortecinos/ de los cardos me escoltan/ con el agua que un sol esmerilado carga al hombro", dicen los primeros versos de ese poema que la misma Alfonsina, contó poco después, escribió "la tarde de llegada a esa tierra amiga". "Corrí a mi alojamiento buscando un lápiz, el viento me llevó el sombrero, cuando subí a la terraza donde daba mi habitación cielo y río eran un desborde dorado", explicó en una lectura posterior del poema, que en el manuscrito escribe con letra redonda y clara.



Tras años de silencio y oscuridad, Alfonsina Storni vuelve a asomarse viva, inquieta, dolida tras esa carta, a un costado de su poesía, entre los papeles hallados en el sótano de la "Casa Leopoldo Lugones" de la Sade. Papeles que revelarán todo su valor tras un estudio exhaustivo.

De: http://www.clarin.com/diario/2009/09/30/sociedad/s-02009011.htm


Comentarios:
Monica quiere compartir una poesía tan linda como antigua:


Dolor

Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.

Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.

Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar;
ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear;

ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar;
pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar;

ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar...

Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar:
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.

Alfonsina Storni

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