domingo, 9 de mayo de 2010

Antonio Berni

Antonio Berni nace en Rosario, provincia de Santa Fe, en 1905.







Berni, en una primera etapa surrealista, busca poner los sueños en imágenes, sueños que muchas veces se congelan en el tiempo, que se forman con escenas sin sentido y de relaciones que no siempre son comprensibles. Construye imágenes que despiertan innumerables preguntas e invitan a pensar y a reflexionar acerca de la realidad, del mundo del revés y su ficción.










Berni fue un artista que nunca dejó de explorar y de experimentar con nuevas formas y nuevos medios, fiel a la convicción de que el arte era no sólo un compromiso sino también una manera de vivir con riesgos.





 La siesta y su sueño (detalle), 1932


Óleo sobre tela, 52 x 69 cm

Colección privada







En esta obra Berni nos regala la poesía de los sueños que muestran que en las horas


de descanso el hombre deja de vivir lo cotidiano y se sumerge en el mundo maravilloso de los sueños.




Es característica de la pintura surrealista; sus colores son planos e intensos, como el rojo, el amarillo y el azul.


Otro aspecto de la obra que también respeta las características de la pintura surrealista es el tamaño de los objetos. El artista juega con el tamaño introduciendo objetos grandes y pequeños, sin respetar sus proporciones reales.


En esta obra Berni combina de una manera muy particular el paisaje pueblerino y el paisaje marítimo.










Actividades










Preguntas para pensar






¿Qué se imaginan que representa la escena? Comparen el tipo de pincelada que utiliza en el mar y el que utiliza en la chimenea. ¿Encuentran alguna diferencia?


Ahora observen el piso de la calle, ¿cómo es? Con respecto a los colores,

¿Por qué imaginan que el artista pinta algunos objetos con colores tan intensos?





Actividades para explorar


Durante sus primeros años como artista, Berni adhería al movimiento surrealista.

Los artistas de esta corriente solían representar los sueños. La actividad que se presenta a continuación permite que los alumnos desarrollen su imaginación.





Después de un momento de reflexión, proponerles que representen lo imaginado visualmente o en palabras.


Sugerir a los alumnos que recuerden algún sueño y lo representen con imágenes.


Algunas de estas preguntas pueden guiar la actividad: sus sueños, ¿tienen algún color? ¿Y alguna forma? Traten de recordar su último sueño; ¿podrían ponerlo en imágenes? Si no lo recuerdan, ¿podrían poner en imágenes un sueño contado por otro?








La siesta y su sueño (detalle), 1932


Óleo sobre tela, 52 x 69 cm


Colección privada

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