miércoles, 24 de febrero de 2010

Volver al trabajo

El 57% de la gente sufre estrés post vacacional


El regreso a lo cotidiano afecta mayormente a las mujeres. Genera varios trastornos. Recomiendan regresar días antes de reincorporarse


En playas deslumbrantes de agua clara, en paisajes naturales con montañas y cascadas, en ciudades soñadas, en alguna localidad cercana o hasta en el propio hogar, las vacaciones son esperadas durante todo el año. Pero pasan demasiado rápido y hay que volver a la habitual cotidianeidad. Algunos pueden adaptarse y conectarse sin problemas con la rutina, pero la mayoría sufre del llamado síndrome post vacacional.



La empresa española de recursos humanos Randstad asegura en un informe que este síndrome afecta al 57% de la población y puede provocar irritabilidad, tristeza, insomnio, dolores de cabeza, alteraciones en el apetito o desmotivación. Los especialistas coincidieron en señalar que cada vez más personas consultan por sufrir estrés luego de las vacaciones y aconsejan tener un tiempo de “aterrizaje”, para poder acostumbrarse a los cambios.


“Hace falta un tiempo de adaptación. Muchas veces la gente se va de vacaciones con problemas pendientes, que no están resueltos y los dejan para cuando vuelvan. Al enfrentarse con todos esos problemas se genera una angustia”, asegura Laura Orsi, médica psicoanalista, miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).


El informe afirma que las mujeres son las que más lo sufren, ya que afecta al 63% de ellas, frente al 51% de los hombres. También describe que a mayor nivel educativo, más dificultad para regresar a la rutina. Esto podría deberse, según el informe, a la mayor complejidad de las tareas y de la responsabilidad y a la mejor posibilidad de desconectarse. María Depalma, psicoanalista y docente del Centro Dos, considera que “en general se ponen expectativas en las vacaciones, que superan el motivo real de los días de descanso. Se espera que durante ese momento se resuelvan los problemas que se dejan en el trabajo. No se toman como paréntesis, sino como una fantasía”.


Diferencias.

Algunas personas pueden regresar de las vacaciones e incorporse de inmediato a las tareas habituales, pero la gran mayoría necesita de algunos días para poder acostumbrarse nuevamente a la rutina diaria. Según el informe elaborado por Randstad, los universitarios necesitan una semana para poder superar el estrés post vacacional, mientras que al resto le hace falta para adaptarse sólo dos o tres días. “Las vacaciones pueden servir para repensar qué es lo que se quiere hacer. No sólo un cambio de trabajo, sino cambiar el rumbo. Es un intento de balance. Cuando se vuelve de las vacaciones, se está más tranquilo y a uno le cuesta enfrentar las imposiciones de la vida laboral y cotidiana, lo que a veces genera alteraciones del sueño y de la alimentación”, explica Orsi.


El trabajo no es todo lo que estresa a las personas cuando se van de vacaciones, también afectan las relaciones personales, porque uno pasa más tiempo con los seres queridos. Se cree que los días de descanso servirán para olvidar los problemas y recomponer la relación pero los especialistas afirman que, por el contrario, a veces pueden intensificar el conflicto. “Con la pareja a veces se da un desenlace luego de las vacaciones, aumentan las terapias de pareja que pueden llevar o no a una separación. Son situaciones que a veces pueden incrementar las complicaciones”, indica Orsi.


Desde la psicología, se recomienda tomar las vacaciones como un real tiempo de descanso, para hacer cosas que generen placer, como encontrarse con algún ser querido que vive lejos o realizar alguna tarea pendiente. Orsi aconseja “bajar el nivel de exigencia y enfrentar la realidad. Y si uno se da cuenta de que no puede manejar la situación, consultar o pedir ayuda”. Depalma indica: “Hay que tratar de pensar qué significan las vacaciones en lo personal para cada individuo y conectarse con lo que a uno más le gusta”.


Los que nunca pueden desenchufarse


Mientras algunos sienten que las vacaciones no alcanzan para desconectarse y necesitan más tiempo para alejarse de la rutina, otros no pueden vivir sin estar en contacto con su trabajo, nunca. Día y noche, en su casa, en la playa o en cualquier lugar donde estén, viven conectados a su notebook, su blackberry, el iphone y todo aparato que sirva para mantenerse on line y comunicados. Son personas que no pueden delegar, y creen que nadie podrá hacer su trabajo como ellos. Además, sienten un compromiso excesivo con su actividad.


Los workaholics suelen irse de vacaciones a lugares donde esté asegurada la conexión a Internet y puedan volver de inmediato. Este comportamiento suele generar más estrés que la temporada laboral habitual. Lía Alcoba, directora de Working Tools, una consultora de capacitación laboral, afirma: “El compromiso excesivo no tiene que ver con circunstancias externas propias de la tarea que desempeñan, ya que en cualquier actividad puede haber picos de trabajo en que una se dedica ciento por ciento. Pero los workaholics no “aflojan” nunca, su preocupación no cede. Piensan en el trabajo, cuando están trabajando y cuando se van de la oficina”.


DE:  Diario Perfil Seccion Salud


Sábado 06 de Febrero de 2010





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